4 jun 2010

No dejaste ver caer las lágrimas que agrietaban tus labios y corroían tu rostro

fingiste sonrisas, implantaste mentiras, pronunciaste palabras que ni el as vil de los mentirosos se atrevería a pensar, corriste, creíste que escaparías pero la tristeza es el faro mas grande que existe capas de atraer asta el mas insensiblede los seres y convertirlo en hombro para tu pecho.

9 mar 2010

Cuando nos atrevemos a no pensar.


En una ciudad pintada de luces artificiales, caminaba ella, sin pensamiento alguno, con una mirada triste y perdida, casi inconsolable, llena de nudos en su pecho, en su mano lleva un papel que dece: “invitación a una cita tardía”.
La gente camina a su alrededor, pasan sobre ella no la ven ni la sienten, las horas pasan lentas y no encuentra en que pensar; hasta que en uno de sus tantos pasos una de esas tantas luces que adornaban la ciudad, la llevo a mirar hacia un mural adornado de carteles multicolor, algunos decían nombres que no recordaban a nadie, otros decían frases como “hoy es hoy es tu día de salvación”, “solo Dios salva”, “la fe se encuentra distorsionada si no caminas por donde te guían”, “arrepiéntete y algo o nada alcanzas”, “soy tu salida” entre otras mas frases que dicen mucho y al tiempo no dejan nada, cuando el mural se estaba terminando, observo una puerta, al lado de esta se encontraba otro cartel blanco que decía: “Juliana Lordoy Días. 1991 – 2010, condolencias a la familia Lordoy Días” era ella, sorprendida dejo caer las lagrimas que se encontraban estancadas en sus ojos, se rocosto contra la puerta, respiro profundo como para no ahogarse entre sus lagrimas, en ese momento se abre la puerta, cae de espaldas y golpea su cabeza contra el suelo, al abrir sus ojos y secar un poco sus lagrimas, ve a un hombre con un curioso traje negro que tapaba parte de su rostro y ensombrecía su mirada, este sin dejarle parpadear le dice ¡trajiste tu invitación!, ella intento hablar y el sujeto este sin dejarla tartamudear, grita ¡Si! hay llevas tu invitación, ¡dámela, dámela¡; ella temblando levanto su mano y la entrego, el sujeto baja un poco el cuello del traje que le tapaba la boca y leyó la invitación: “invitación a una cita tardía, para quien en su vida ya sus metas y sueños cumplió, una sonrisa regalo, un abrazo y su hombro ofreció, quien hizo sentir orgullosos a sus padres, quien nunca decayó y en sus peores momentos del destino se burlo, para quien de la naturaleza disfruto e hizo de cada día una nueva canción”…
El hombre al terminar de leer la mira se acerca hacia ella y le dice, hoy no es tu día, aun tienes una oportunidad mas, ¿ahora si tienes algo en que pensar?, ella intenta responder, y el sin dejarle decir ni “mu” la levanta del suelo, la saca a la entrada y cierra la puerta, que se desvanece ante sus ojos, mira de nuevo el cartel que llevaba su nombre, y nota que letra por letra aquel escrito desaparecía.






Se voltio siguió caminando, vio la luna naciente color naranja sonrío, respiro profundo como si el aire del mundo se fuera a acabar, y como con ganas de que la escuchara todo el universo grito ¡en que piensas!...